Hola, ¿cómo estás? ¡Hace mucho que no pasaba por acá y no sabés la cantidad de cosas que tengo para contarte sobre el universo del té, los sentidos y sentires!
Para empezar, hoy es 7 de julio y quiero hablarte sobre una celebración muy especial: el Día Mundial del Cacao. Esta fecha fue impulsada en el 2009 por la Organización Internacional de Productores de Cacao, en conjunto con la Academia Francesa de los Maestros Chocolateros y Confiteros.
Y como amante del buen chocolate, este día es una oportunidad perfecta para festejar todo lo bueno que nos brinda esta semilla deliciosa y fascinante.
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Pero… ¿qué es el cacao?
Tal como te decía, el cacao es la semilla de una fruta que proviene del árbol denominado Theobroma Cacao. Tiene una altura de 4 a 8 metros y demora 5-6 años en dar sus primeros frutos. Su producción tiene lugar en bosques húmedos tropicales donde el clima es predominantemente cálido, siendo África Occidental, América Central, América del Sur y Asia las regiones donde más se cosecha.
Por otro lado, los países que lideran esta actividad son Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, Nigeria, Brasil, Camerún, Ecuador, Malasia, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, México y Trinidad y Tobago.
La historia del cacao
Los primeros árboles de cacao aparecieron en la Región Amazónica, hace más de 4000 años. Los indicios muestran la existencia de este fruto en las áreas cercanas a la cuenca alta del río Amazonas y del río Orinoco. De acuerdo a las investigaciones de varios historiadores, fueron los exploradores mesoamericanos quienes lo transportaron hacia América Central y Sudamérica, donde su producción se multiplicó y fue utilizado en rituales de diferentes culturas.
Esta semilla ha sido un regalo de la naturaleza desde tiempos ancestrales, y en Argentina tenemos una rica tradición chocolatera que se remonta a generaciones. Desde la dulzura de un buen alfajor hasta el intenso sabor de un chocolate negro artesanal, el cacao nos brinda una experiencia única y llena de placer.
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¿Existe una infusión de cacao?
¡Claro que sí! Y si todavía no la probaste, no sabés lo que te estás perdiendo…
Se elabora a partir de la cáscara tostada del cacao – que es la que rodea el grano de este fruto – y se bebe en estado seco y crujiente. Su producción es artesanal, por lo que se necesita de un cuidadoso proceso para que pueda conservar todas sus propiedades y nutrientes.
Para prepararlo, tenés que agregar una cucharadita colmada de cáscara a una taza de agua hirviendo y dejar reposar unos 5 minutos. Luego colás, ¡y listo!
Si te gustaría que sea más fuerte, podés probar agregarle más o menos cáscara de cacao al agua.
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Beneficios del cacao
¿Sabías que el cacao también tiene un montón de beneficios para nuestra salud?
¡Sí! No sólo es riquísimo, sino que además:
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- Disminuye los niveles de colesterol.
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- Previene la trombosis.
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- Gracias a su alta concentración de flavonoides, posee propiedades antioxidantes.
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- Ayuda a aliviar el estrés y mejora el estado de ánimo.
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- Controla la tensión arterial.
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- Aporta al rendimiento y a la capacidad intelectual y cognitiva.
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- Nivela los niveles de glóbulos rojos, previniendo la anemia.
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- Fortalece el sistema inmunológico, estimulando las defensas.
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- Reduce el riesgo de diabetes.
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- Ayuda al funcionamiento del intestino.
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- Cuenta con propiedades anti inflamatorias.
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- Posee la capacidad de regenerar tejidos y contribuir con la regulación de los procesos metabólicos de las células del cuerpo humano.
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- Incrementa la producción de serotonina en el organismo.
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- En estado puro, sus semillas y hojas pueden curar dolencias y enfermedades como la diarrea, cólicos, asma y parasitismo.
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- El aceite extraído de sus semillas ayuda a tratar erupciones, quemaduras, heridas, dolores de muelas y afecciones dérmicas.
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Así que, en honor al Día Mundial del Cacao, ¿vas a deleitarte con tu chocolate favorito?
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