Los libros no sólo nos gustan por todas las historias que nos cuentan a través de sus páginas; su olor es algo que puede llegar a atrapar e incluso hipnotizar a las personas. Hay un aroma distintivo que poseen tanto los libros nuevos como los antiguos y eso es una seña de identidad que trasciende culturas. Muchas personas se han pasado a la lectura digital y extrañan todos aquellos elementos del libro físico que hacían despertar sus sentidos, entre ellos el olfato. Ahora bien: ¿por qué los libros huelen como huelen?
Para eso, tenemos que recurrir a la ciencia.
¿Qué dice la ciencia sobre el aroma de los libros?
La definición que da Matija Strlic, profesora de Ciencias del Patrimonio en el University College London en su investigación «Olor patrimonial: un marco para la identificación, análisis y archivo de olores históricos», publicada en 2017, nos da una idea de cuáles son los elementos químicos involucrados: «Una combinación de notas herbáceas, con puntas ácidas y un toque de vainilla sobre un olor a moho subyacente».
Ese aroma tan particular se da a partir de la degradación en el tiempo de ciertos productos que forman el papel, especialmente la lignina.
«La lignina es un biopolímero natural, uno de los principales componentes de la biomasa vegetal. Es decir que está presente en árboles, arbustos y plantas», le explicó a BBC Mundo el doctor en Química, Marcelo Domine.
En el papel, la celulosa y la lignina se descomponen gradualmente con el tiempo y liberan compuestos orgánicos volátiles. El tipo de papel y la antigüedad del libro determinan las concentraciones y los tipos de compuestos producidos: por ejemplo, es más probable que los libros muy antiguos contengan lignina que los más nuevos.
Algunos de sus componentes son:
Tolueno
Olor dulce
Vanillina
Similar a la vainilla
2-etil hexanol
Ligeramente floral
Etilbenceno
Olor dulce
Benzaldehído
Similar a la almendra
Furfural
Parecido a la almendra
¿Qué le otorga ese olor tan característico a los libros nuevos?
El olor de los libros nuevos varía mucho; los ingredientes que lo provocan incluyen el adhesivo, el color y los productos químicos utilizados en el tratamiento del papel. La mayoría de los adhesivos para encuadernación modernos están hechos de copolímeros, como el acetato de etileno.
Para lograr las propiedades deseadas, la fabricación de papel utiliza muchos productos químicos. A pesar de que algunos de estos químicos son inodoros, son capaces de reaccionar y liberar cortos aromas cuando se exponen a las condiciones adecuadas. Además, los solventes de colorantes derivados de productos petroquímicos pueden contribuir a esto.
Entre los compuestos, se pueden distinguir:
- Acetato de vinilo etileno.
- Dímero de alquil ceteno, que ayuda a la resistencia al agua.
- Peróxido de hidrógeno, que es agente blanqueador.
En pocas palabras, no hay un solo químico responsable del olor de los libros. Varios elementos químicos volátiles son producidos a lo largo del tiempo y son responsables de ello.