Las familias olfativas

Todo comienza imaginando una emoción, un sentimiento, un momento; a veces incluso una textura, un sonido, un color.  Y así es tan sólo cerrando los ojos puedo sentirlo todo, vibrar con todo aquello que me despierta una ilusión.  Esa ilusión de estar en un lugar determinado, o en compañía de un sentimiento o de alguna persona que me permite viajar a un mundo de fantasías.  Y ahí quiero quedarme un buen rato, porque en el lugar de nuestros sueños es donde nos sentimos invadidos pero esas emociones que tanto nos gustan y nos hacen sentir que no necesitamos nada más. 

 

Y a mí me pasa eso con los aromas, porque a través de ellos puedo transportarme al jardín de mis sueños, porque para mi los recuerdos también tienen el poder hacernos sonreír una y mil veces evocando lo mismo. Porque un olor o un aroma será mi musa inspiradora para inmortalizar mi memoria olfativa.

 

Por eso te quiero contar un poco más, para poder conocer y entender cómo están compuestos esos aromas.

 

Imaginate una pirámide, que desde su base hasta la punta, recorren matices de aromas.  A eso lo llamamos pirámide olfativa.  La que nos indica que un perfume está compuesto por 3 notas: salida, cuerpo y fondo.

 

 

 

 

 

 

Si bien no existe una clasificación universalmente aceptada, ya que cada persona percibe las fragancias de forma distinta, la Academia del Perfume propone seis que son comúnmente aceptadas:

 

 

CÍTRICA 

Esta familia de perfumes también es conocida como Hespéride. Se caracteriza por estar compuesta por notas provenientes de cáscaras de frutos cítricos como el limón, la naranja, la mandarina o el pomelo. Suelen ser fragancias suaves y frescas, con un toque ácido, unisex, intergeneracionales y perfectas para cualquier estación del año. Probablemente las fragancias más icónicas que se pueden incluir en esta familia sean las aguas de colonia tradicionales, compuestas por notas frescas y volátiles.

 

 

FLORAL

Las notas florales son uno de los componentes más frecuentes. La familia olfativa floral es la más grande y popular de todas. A ella pertenecen aquellas fragancias cuyas notas giran en torno a una o a un bouquet de flores, siendo el jazmín, las rosas, las violetas, el narciso, los lirios y el geranio, las materias primas más destacadas. Ofrece una variedad infinita de combinaciones. El perfume más vendido de la historia, el Chanel N°5, pertenece a esta familia de fragancias delicadas, románticas y muy vinculadas a la feminidad.

 

 

FOUGÈRE

Fougère significa helecho en francés y hace referencia a la fantasía de reproducir el olor del bosque. Estas fragancias se suelen describir como masculinas, verdes y recuerdan al olor de hierba recién cortada. Tradicionalmente, las fragancias fougère suelen contener un acorde central de lavanda, cumarina y musgo de roble.

Algunos ejemplos de este tipo de fragancia son Dior Sauvage, Paco Rabanne Pour Homme, Azzaro Pour Homme, y Eternity CK.

 

 

CHIPRE

Esta familia se compone de fragancias sofisticadas que se caracterizan por el contraste entre notas de salida ligeras y frescas, como la bergamota, y una base profunda y terrosa que aporta el musgo de roble. Sin embargo, a lo largo de los años han surgido numerosas variantes y subfamilias, siendo las más habituales chipre frutal, chipre verde, chipre acuático, chipre amaderado y chipre cuero.

Entre los ejemplos emblemáticos se pueden destacar Chanel Nº19, Guerlain Mitsouko, Sisley Eau du Soir, Citizen Queen y Juliette Has a Gun.

 

 

MADERA

Esta familia engloba aquellos perfumes en los que su nota predominante es la madera: raíces, cortezas, hojas, musgo, piñas y arbustos son las musas de estas creaciones. Al igual que las notas florales, los acordes madera son muy versátiles y permiten multitud de posibilidades. Los perfumes amaderados pueden estar compuestos por notas cálidas como el sándalo y el patchouli, pero también por notas secas como el cedro, frescos como el pino, o incluso ahumados como vetiver o el oud. La salida de los perfumes amaderados suele caracterizarse por ir acompañada por notas cítricas y herbales como la lavanda.

Gucci Pour Homme, Aura de Loewe y Obsession de Calvin Klein son algunos ejemplos.

 

 

ORIENTAL

Los perfumes orientales, también conocidos como perfumes ambarados o balsámicos, son cálidos, sensuales, dulces e intensos que evocan la fantasía de los olores, colores y sabores de oriente. Suelen ser perfumes de gran fijación y duración en la piel, ya que contienen notas de fondo muy pronunciadas. Por su intensidad y volumen, son perfectas para las estaciones más frías del año. Dentro de las subfamilias más comunes encontramos las siguientes: Floriental, Oriental gourmand, Oriental especiado y Oriental amaderado.

Algunos perfumes pertenecientes a esta familia son Terre d’Hermès, Black Opium y Miss Dior.

 

 

Ahora que sabes todo sobre las familias olfativas, ¿cuál es tu preferida? A mí me enloquece la floral y la oriental.  

 

Me despido de vos (por hoy) y te comparto un diálogo de la película Alicia en el país de las Maravillas; te aseguro que viene al caso: 

 

– Sombrero, temo que no vuelva a verte nunca.

– Mi querida Alicia, nos veremos en los jardines de la memoria y en el palacio de los sueños, ahí es donde tú y yo nos veremos.

– Pero un sueño, no es la realidad.

– ¿Y quien te dice cuál es cuál?