¡Volvió Té y pochoclos! Y para celebrar esta vuelta tan esperada, vamos a analizar una de las historias más románticas del último siglo: El Gran Gatsby. Esta novela éxito del escritor estadounidense F. Scott Fitzgerald es una oda maravillosa a la ceremonia del té.
Ambientada en la década de 1920, sigue la vida y los tiempos del millonario Jay Gatsby y de su vecino Nick Carraway, quien narra sus encuentros en la ciudad de Long Island, Nueva York.
Asimismo, se hizo una adaptación cinematográfica en el año 2013 coescrita y dirigida por Baz Luhrmann, la cual está protagonizada por un elenco de mucho renombre: Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, Joel Edgerton, Isla Fisher, Jason Clarke y Elizabeth Debicki, entre otros.
Si bien el té es un protagonista más de la historia, en este “té y pochoclos” vamos a centrarnos especialmente en el capítulo 5, momento en el que Nick (Maguire) invita a tomar el té a Daisy (Mulligan) para que se reencuentre con un viejo amor, Jay (Di Caprio).
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La Fiesta del té
Efectivamente, Daisy y Jay se encuentran en la fiesta y se sientan uno al lado del otro. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de Nick – quienes les sirve el té con la intención de “romper el hielo” – ambos se hablan muy poco y la situación se vuelve incómoda. Nick percibe esto y decide retirarse, pero Gatsby lo sigue asustado y comienza a replantearse todo el plan, diciendo que fue un error. Nick le hace entrar en razón y lo convence de volver al lado de Daisy.
La escena es divertida, pero también deja en evidencia cómo los protagonistas se han extrañado durante todo este tiempo. Es acá donde el té cumple la función de disipar la incomodidad de esa charla que se deben, pero ninguno quiere comenzar…
El desenlace
Finalmente, Nick los deja solos y al regresar, ve una sonrisa en sus rostros. Sin dudas pasó algo, pero no voy a spoilearte nada más y, en su lugar, te invito a verla y disfrutarla con una taza en mano.
¿Ya habías visto El Gran Gatsby? ¿Notaste la presencia del té en estas escenas?
Te leo…