21 de mayo: Día Internacional del Té

 

 

El té… ¡el té! Hoy es su día y me llena de felicidad poder celebrarlo. Ser sommelier de esta hermosa infusión me ha abierto las puertas a un universo de sentidos y sentires maravilloso. Pero en este día no sólo festejamos su consumo, sino que también su legado y su riquísima historia milenaria.

 

 

 

Su historia

 

En la mayoría de los países asiáticos existen mitos y leyendas que explican cómo se descubrió el té, por lo cual hay varias versiones sobre los orígenes de su descubrimiento. La más conocida es la leyenda china de casi 5000 años de antigüedad que indica que el té fue descubierto en el año 2750 a.C. por el emperador y erudito chino Sheng Nung. El emperador reposaba bajo un árbol silvestre cuando una suave brisa hizo que unas hojas cayeran sobre su cuenco de agua hirviendo. Por cuestiones de salubridad, había instituido en su mandato que toda el agua para consumo debía ser previamente hervida. Éste, al despertar, bebió el brebaje. Esto lo hizo sentir revitalizado, relajado y su mente se vio alejada de tormentos. Shen Nung es conocido como el padre de la agricultura y la medicina china, de quien se dice que alentó al pueblo chino al cultivo del árbol de Camellia Sinensis y su consumo como una bebida cotidiana.

 

En el Japón del siglo IX, por su parte, los monjes japoneses trajeron de China un nuevo método de meditación – el budismo Zen – junto con la planta de té. Además de sus propiedades medicinales, vieron que era un estimulante para quedarse despierto durante largas horas de meditación. Esto hizo que se popularizara rápidamente y comenzara a cultivarse, precediendo a la ceremonia del té, o Chanoyu, donde se convirtió en un brebaje unido al arte, la perfección y la pureza.

 

Luego se extendió a Rusia, a través de Mongolia y Siberia. El té transportado en forma de ladrillos compactado permitía que los camellos llevaran mayor cantidad. Durante la noche, los animales reposaban cerca de las fogatas y los ladrillos de té se impregnaban con el humo, lo que hizo percibir a los rusos un té ahumado. Se dice que este suceso dio origen al Lapsang Souchong (té negro ahumado) y al blend Russian Caravan (una mezcla de Keemun (té negro chino) y Lapsang Souchong).

 

 

 

La llegada a Europa

 

Los primeros en llevar el té a Europa fueron los holandeses. Estos establecieron la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (Dutch East India Company) en 1602, siendo la primera corporación multinacional del mundo. El gobierno holandés le concedió un monopolio por 21 años para realizar actividades coloniales en Asia. En 1606 ésta importó el primer cargamento de té a occidente.

 

Sin embargo, Inglaterra fue el país que más se aficionó. En 1662, el Rey Carlos II contrajo matrimonio con la princesa portuguesa Catalina de Braganza, quien era gran consumidora de té y lo lleva a Inglaterra, razón por la cual se pone de moda en las cortes británicas. Para el siglo XVII el té era muy caro y sólo lo consumían las clases más altas de la sociedad, por lo que se lo consideraba como símbolo de refinamiento y status social. En los primeros años fue importado a Londres por barcos holandeses, luego la Compañía Británica de Indias Orientales (British East India Company) creada por la Reina Victoria importaba mayores cantidades. Esta compañía fue creciendo hasta tener un enorme poderío en el comercio británico con China, el cual duró 200 años.

 

Se cree que, a América, el té llegó con el comienzo de las luchas de la independencia de Estados Unidos. En 1773, un grupo de colonos americanos vestidos como aborígenes Mohawk protestaron en contra de los impuestos sobre el té que impuso Gran Bretaña. Estos abordaron el barco de transporte de la Compañía Británica de las Indias Orientales, vertiendo todo el cargamento de té al agua en el puerto de Boston. Este incidente denominado la Fiesta del té de Boston (“Tea Party”) marcó el comienzo de la guerra de la independencia de EEUU, razón por la que actualmente el té está libre de impuestos en ese país.

 

 

hoja de té

 

 

¿Qué significa el té para mí?

 

El té representa todo aquello que quiero siempre tener presente en mi vida: amor, compañía, amistad, relax, paz… Además, el poder compartirlo con los demás es un hermoso ritual.

 

Hay una cita de Pei Chen Tea Palace que me encanta y que resume el espíritu de este día:

 

«Desde el descubrimiento del té, la Camellia Sinensis, la cultura que la rodea ha ido pasando de emperador a rey, de campesino a inmigrante, de nación a colonia, de taza de arcilla a taza de porcelana. Y con cada cambio de manos, se ha ido modificando esa cultura de distintas formas y hoy en día son muchos los países que cultivan té, y muchos más los que disfrutan de tomarlo en sus distintas formas. Y desde que fue descubierto, científicos chinos lo han venido estudiando, investigando, y han convertido a su país de origen en la fuente más histórica y rica en información, variedad, tradición y cultura del té en el planeta.»

 

 

¿Vas a celebrarlo? Te leo.